Ya sea que celebraste Rosh Hashaná con nosotros o no, está ocurriendo un cambio en el universo que pareciera que nos está empujando a todos a convertirnos en seres más evolucionados y mejores versiones de nosotros mismos.

Leí en los correos que recibo que muchos de ustedes tienen nuevos trabajos, nuevas relaciones, nuevos hijos o quizá simplemente un nuevo entendimiento de qué significa vivir verdaderamente la sabiduría que estudiamos y la tecnología espiritual que aplicamos.

Este es un tiempo de nuevos comienzos para todos nosotros.

Mientras caminamos dentro de este nuevo año, lo que deseamos tiene que ser mucho más grande que más felicidad y menos tristeza. Es importante entender que nuestro verdadero objetivo es felicidad sin fin libre de las montañas rusas de subidas y bajadas que muchos de nosotros experimentamos en nuestras vidas.

Si las cosas van a ser diferentes, no son las cosas las que tienen que cambiar sino nuestra conciencia de ellas. En otras palabras nuestra conciencia es la que tiene que cambiar.

La forma en que nuestra conciencia puede empezar a cambiar es comprometiéndonos a ver el dolor, las dificultades y los retos como nuestra más grande oportunidad de revelar Luz.

Cuando llegan las dificultades podemos usar las herramientas kabbalísticas que se nos han dado para meditar, y luego actuar con un estado de conciencia más elevado sabiendo que: ¡este reto es una indicación de que hay una gran cantidad de Luz que espera ser revelada! Puede que no entienda cómo todavía, pero puedo hacer un esfuerzo para ver por qué me dieron esta oportunidad. Puedo escoger, en vez de reaccionar o preocuparme, continuar el desarrollo de mi alma. Puedo escoger no dejar que entre la negatividad, y mientras hago esto más y más, aumentaré mi certeza en la Luz.

La negatividad tiene poder sobre nosotros solamente cuando se lo permitimos.

Escoger la felicidad sobre la preocupación, ser proactivo en vez de reaccionar, no es sólo sacar lo mejor de una mala situación. Es una tecnología que trae la Luz a cualquier situación aparentemente oscura.

Como dice el Rav, "Simplemente dile al Oponente que no está invitado. ¡Si decimos esto, se tiene que ir! La única condición es que tenemos que tener la certeza de que tenemos el poder para desaparecerlo".

No siempre es fácil, pero es el secreto de la felicidad sin fin.

Todo lo mejor,

Yehuda

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