domingo, 19 de diciembre de 2010

Eres adict@ a tus pensamientos? Parte 2‏

 
Por ejemplo intentas meditar y descubres que no puedes sostener un solo pensamiento por  más que unos instantes, esto es porque tu cuerpo es adicto a todo tipo de sustancias químicas producidas por la mente que están reclamando tu atención y que fueron activadas por tus propias memorias.

Cuando se activa una memoria se liberan los químicos con los que el
cerebro mantiene al  cuerpo satisfecho. Un hábito que a nivel consciente resulta indeseable, es deseado  subconscientemente porque mantiene a tu cuerpo contento.

Hecha un vistazo a cualquier mal hábito que tengas, y te darás cuenta
que aunque conscientemente no lo deseas, inconscientemente lo repites porque tu cuerpo lo necesita para sentirse cómodo. Si sigues repitiendo el mismo mal comportamiento que sabes que es perjudicial para ti, ahora ya sabes que es debido a que tu cuerpo es adicto a los químicos que  lo provocan.

Las adicciones son muy difíciles de romper, ya sea fumar, discutir,
quejarse, comer en exceso o gastar. Tu cuerpo se ha hecho adicto a las emociones asociadas a tales acciones. Cada vez  que intentes romper el hábito estarás peleando con la dependencia de tu cuerpo a esas  sustancias químicas que son causadas por el incremento de receptores que las células han  tenido que hacer.

Sin embargo, entendiendo lo que sucede y contando con las herramientas
correctas, puedes vencer la dependencia no importa cual sea. El proceso de cambio empieza por reconocer que tu cuerpo es adicto y luego haciendo que tu mente sea más poderosa que tu cuerpo. Aunque  pensemos que tenemos libre albedrío, la mayoría de nosotros vivimos en automático, cediendo el control, tomando decisiones inconscientes basados en las reacciones de nuestro cuerpo, en otras palabras, mientras vivamos de esa manera, nuestro cuerpo será más poderoso que  nuestra mente.

Para recuperar el poder de la mente sobre el cuerpo, es necesario
sentir la incomodidad que viene con el proceso de liberar los químicos adictivos del cuerpo, no hay otra manera. Sin  embargo  lo bueno es que si le ofreces a tu mente algo más constructivo, más positivo y más deseable en su lugar, la mente tendrá menos oportunidades de engañarte para regresar a las  acostumbradas formas de pensar. Es como un arreglo de compensación.

Ejercicio: Haz una lista de tus comportamientos y hábitos negativos.

Ser irritable cuando manejas, gritar a tus hijos, quejarte, gastar dinero innecesariamente,  posponer, comer en exceso, etc.

Si enlistas tus hábitos para identificar  cuales son los más comunes,
podrás darte cuenta que  existe una dependencia química para cada uno de ellos.

Ser consciente del porque sigues haciendo las mismas cosas que no te
gustan, te ayudará a  liberarte de ellas de una vez por todas.

En el próximo correo veremos  cómo un pequeño órgano en forma de
almendra situado en tu  cerebro te mantiene atrapado en tu zona de confort.
 
Bendiciones,

Pablo

1 comentario:

pre dijo...

Me han impartido muchos cursos de zona de confort y nunca he podido llegar a buscar mas caminos no probados.Será por las obras que hacen los ayuntamientos??

Un saludo Viajar @ Italia http://tribuna-ram.blogspot.com/