¿Sabías que tu cerebro tiene un filtro, que impide tu exito?

¿Alguna vez has pensando cual es la razón por la que algunas personas  parecen tener todo en  la vida?

 

Poseen el toque de Midas, encuentran las mejores oportunidades y parece ser que todo lo que  tocan se convierte en oro, gozan de excelente salud, tienen la pareja perfecta y son  afortunados.

 

¿Porqué? Que es lo que ellos hacen que los demás no.

 

Primeramente, ellos toman acción, pero eso es sólo la mitad del proceso, la otra parte es que  ellos son capaces de ver oportunidades que otros simplemente no pueden ver. Y eso es  gracias a un órgano que se encuentra dentro de nuestro cerebro llamado La Formación  Reticular.

 

La Formación Reticular, es más o menos del tamaño de nuestro dedo meñique y se encuentra  en la base del tallo cerebral.

 

Se conecta con otras partes del cerebro y con el resto del cuerpo a través de millones de  caminos nerviosos de comunicación.

 

Este sistema de conexión fue llamado: "El Sistema Reticular de Activación"  (SAR) por el  fisiológo H.W. Magoun. La función de la Formación Reticular es filtrar toda la información que  nos llega del exterior.

 

Cada segundo recibimos alrededor de 10 millones de bits de información a través de nuestros  5 sentidos. Es un montón de información y sería absolutamente sorprendente que pudiéramos  lidiar con semejante cantidad de manera consciente, simplemente explotaríamos.

 

Por lo tanto, el trabajo de la formación reticular es precisamente filtrar lo que no es importante,  y aquí es dónde el asunto se pone interesante.

 

Todos tenemos tanto a nivel primitivo (por evolución, herencia genética, etc.) cómo a nivel de  uto-imagen y sistema de creencias, una lista de lo que nos es importante.

 

Nuestra formación reticular se encarga de filtrar y clasificar toda la enorme cantidad de  información que recibimos de acuerdo a esa lista.

 

Para demostrar cómo funcionaría esto a nivel primitivo, les daré un ejemplo: yo he sido testigo  cómo mi esposa puede permanecer dormida mientras una ambulancia pasa por la calle con la  sirena encendida  a las 5 de la mañana y sin embargo sólo 20 minutos más tarde es  despertada por el llanto de nuestra bebé que palidece en comparación al volumen de la sirena.

 

A nivel de la auto-imagen, el proceso es exactamente el mismo. Tenemos una lista de  importancia basada en nuestra propia imagen, la cual a su vez está basada en nuestro sistema  de creencias.

 

Si la imagen y creencias que tienes de ti mismo son por ejemplo, las de alguien que atrae la  mala suerte, este pensamiento estará situado en un lugar primordial en tu lista de importancia.

 

Tu formación reticular por ende, te impedirá cualquier información que vaya en contra a la idea  de que eres desafortunado.

 

Una prueba realizada en El Reino Unido, evaluó a 100 personas respecto a su punto de vista  sobre la vida. Según los resultados, los participantes fueron clasificados en extremadamente  optimistas, optimistas, pesimistas y extremadamente pesimistas.

 

Luego se les pidió  a cada uno de ellos por separado, que salieran a caminar afuera y dieran  una vuelta a la cuadra.

 

A lo largo de la ruta, se dejó un billete de 100 libras. De todos los 100, solo 6 encontraron el  billete, y  por supuesto ninguno de ellos pertenecía al grupo de pesimistas o extremadamente 

pesimistas.

 

Yo puedo agregar en este punto, que las personas optimistas componen solamente una   pequeña minoría.

 

Esto significa que es la formación reticular la que permite a aquellos que creen en sí mismos,  ver lo que otros simplemente no ven. Ya sea que se trate de dinero, salud, bienestar, relaciones, poder de atraer a la pareja perfecta, descubrir buenas oportunidades, o  simplemente ser capaz de tomar buenas decisiones, solamente podrás tener acceso a la  información que deseas si realmente crees que existe y si realmente crees que mereces  recibirla.

 

Todo esto tiene que ver con la auto-imagen y las creencias que  tu tienes a nivel subconsciente.    Para cambiarlas, necesitas reprogramar tu mente para el éxito.

por tu éxito en la vida...

Pablo